
Mientras que en los últimos 8 años el salario mínimo aumentó en un 54 %, a un docente de la Corp. Univ. Republicana le subieron el mismo solo en 2,6%.
Se trata del caso del hasta hace unas pocas semanas profesor de derecho de la privada Corporación Universitaria Republicana, Anderson Edilson Rojas Bernal, quien renunció tras varios años como docente y luego jefe de área de derecho privado, al no ver debidamente compensado su trabajo, pues independientemente de las cargas académicas y actividades realizadas, su contrato de medio tiempo fue renovado anualmente desde 2.013, recibió un incremento de $32.750 en 2.015, y desde entonces su salario fue congelado por la IES.
Su contrato en 2.013 se firmó por $1.257.250, y en 2.015 subió a $1.290.000, valor que se congeló hasta este año, cuando renunció.
“Sube la comida , suben los arriendos, suben los impuestos, sube el costo de vida , suben las matriculas, suben los preparatorios, suben los cursos de actualización, sube todo menos el salario en la Corporación Universitaria Republicana”, ha dicho el profesor.
Llama la atención que en ese tiempo no sólo han subido las matrículas de esa IES, sino también el número de alumnos.
El valor de la matrícula reportado, en su resolución de derechos pecuniarios, del programa de derecho de la Corporación Universitaria Republicana en 2.014 fue de $2.577.600, mientras que el de 2.020 está en $3.189.200, lo que refleja un incremento del 23.73 %.
A su vez, en 2.014 la Corporación Universitaria Republicana reportó al SNIES 2.781 estudiantes matriculados en su programa de derecho, mientras que a 2.020 el número había subido a 3.315, lo que significó un aumento del 19,2 %.
No obstante, en una respuesta de la IES firmada por su Vicerrector, Gerardino Vivas Hernández (foto), le dice al exprofesor que “los contratos de trabajo se realizaron conforme al código sustantivo de trabajo Art. 46 y demás normas complementarias de común acuerdo con el ex – trabajador en lo concerniente a la remuneración de los mismos y también era su decisión aceptarlos o declinarlos si no se encontraba conforme, lo cual no supone ninguna vulneración a sus derechos ya que la suscripción de los mismos es producto de la autonomía de la voluntad contractual“.
También señala la Institución, que sí realizó un “incremento salarial indirecto” justificándose que adicionalmente a su medio tiempo, al profesor se le pagó por unas clases que dio en los posgrados (ajenas al objeto inicial de su contrato). El vicerrector también dice, en respuesta a un derecho de petición, que se considera un incremento salarial indirecto la reducción en la carga de horas de clase.
Además, como una forma de “consolar” al exprofesor en su petición, la respuesta del Vicerrector Vivas también especifica que los contratos firmados no eran de exclusividad y que el contratado tenía flexibilidad para poder desempeñarse en otros cargos públicos o privados en otras Instituciones.
¿Y la corrección salarial?
La Corporación Universitaria Republicana no sólo da una interpretación muy particular al régimen laboral colombiano, sino que parece estar desconociendo la interpretación de la Corte Constitucional y el el Departamento Administrativo de la Función Pública, DAFP, en el sentido de que, independientemente de sus condiciones, constitucionalmente todo trabajador tiene derecho al menos a un incremento salarial anual.
“El derecho a un salario móvil es de naturaleza constitucional, de orden público y de naturaleza irrenunciable, todo empleado ya sea del sector público o privado, empleado público o trabajador oficial, tiene derecho al menos a un incremento salarial anual”.
Ni siquiera el argumento de la autonomía universitaria es válido para justificar que los salarios se congelen.
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Rechazo a la información pública
La Corporación Universitaria Republicana es una IES con poca visibilidad pública en el sector. Su rector, Gustavo Adolfo Téllez Fandiño, fundó esta institución en diciembre de 1.999, y desde entonces ha crecido hasta contar actualmente con 18 especializaciones y 10 pregrados, ninguno con acreditación, y en el medio se conocen poco sus logros.
Rojas Bernal ha protestado públicamente por la situación, e incluso algunos políticos pidieron a la Institución alguna respuesta (tales como Antonio Navarro, Jorge Eduardo londoño Ulloa y Heidy Sánchez Barreto), sin que ésta haya dicho algo.
Luego que el profesor Rojas Bernal denunciara su situación en redes sociales en septiembre pasado, la IES ha respondido sus reclamaciones con la advertencia de que “la Corporación Universitaria Republicana, no consiente la difusión en redes sociales de la información contenida en la presente respuesta, salvo para los efectos administrativos y/o judiciales pertinentes”.
Asimismo, la Institución no le informó al profesor Rojas Bernal su solicitud de conocer el valor de la matrícula en los últimos años, bajo el argumento de que éste “no es un estudiante”.
Una vez más, vale recordar que el servicio de la educación superior es de naturaleza pública, y datos como los de matrícula tienen que ser también públicos.
La información de valor de matrícula aquí presentada ha sido la recopilada en su momento por El Observatorio, mas no la suministrada por la IES al profesor.
Fuente: Observatorio de la Universidad Colombiana.