Las dos versiones de Colombia
Colombia es un país que camina entre lo real y lo imaginario, entre los carnavales y las protestas, entre quienes hoy bailan y quienes se la luchan por un mercado.
En pletóricos y coloridos lugares, escuché muchas veces decir que Colombia no es una sino varias. Tal vez se referían a los bellísimos pluralismos de los que somos testigos durante las movilizaciones por el centro, o cuando en la universidad contemplé a personas venir de lugares cuyos nombres no había escuchado jamás, ni encontrado en un mapa de geografía. Pero me sorprendí cuando en esta cuarentena, en donde a todos nos dio el arrebato de reflexionar sobre nuestras vidas con una taza de café al lado de la ventana; concluí que solo existen dos versiones de Colombia, bien definidas y casi que excluyentes. Una de ellas es vista como bonita e imaginaria y la otra como realista pero algo represiva y dañina