A esta altura de la campaña no ha sido posible que los candidatos a la Presidencia expliquen en detalle sus propuestas sobre educación superior. Se esperaba que esto se diera en el foro organizado por la Universidad de La Salle, pero tampoco fue así: Los aspirantes de la derecha (Duque y Vargas LLeras) no asistieron ni mandaron emisarios y los de centro e izquierda (Fajardo, de La Calle y Petro) mandaron a sus fórmulas vicepresidenciales (Claudia López, Clara López y Angela Robledo), porque -según éstas- son las que dominan el tema en sus respectivas campañas.
¿Por qué la educación superior no parece interesarle a la derecha en Colombia?
Los movimientos estudiantiles y profesorales están política y mayoritariamente alineados con la izquierda (Polo Democrático, Progresistas, Juco…) y son los representantes y senadores de estos movimientos los que públicamente hablan de tema, pero los políticos de derecha (conservadores, centro democrático e inclusive los liberales) poco o nada hablan del tema.
El beneficio, o problema, es que estos últimos son mayoría y terminan legislando y definiendo políticas en contra del discurso (para algunos populista) de la izquierda de ofertar educación gratuita y subsidios.
Lo claro está es que ninguno de los aspirantes (tanto a la Presidencia como a la Vicepresidencia), salvo críticas al modelo de financiamiento, Ser Pilo Paga, Colciencias o Icetex -que son los temas más «vendedores» en el debate, ha hecho una propuesta técnica, de fondo, para re-estructurar el sistema y solucionar problemas críticos como la desarticulación del sistema de aseguramiento de la calidad, la responsabilidad estatal con la educación regional, el control de cientos de intereses y actores en torno del sistema y la real articulación de la educación superior con la realidad nacional.
El foro de La Salle contó sólo con un aspirante a la Presidencia, el pastor evangélico del movimiento Todos Somos Colombia, Jorge Antonio Trujillo, quien ni siquiera es tenido en cuenta en las encuestas de los grandes medios de comunicación, y las ya mencionadas López -Clara y Claudia- y Robledo, quienes coinciden esencialmente ens us planteamientos de buscar más recursos para la educación, mayores subsidios, gratuidad y no a Ser Pilo Paga.
Una de las diferencias explícitas entre estos radica en torno de la propuesta de crear una Superintendencia de Educación Superior, criticada por todos, menos por Claudia López, quien se declaró autora de la iniciativa que quedó consignada en la Ley 1740 de 2014 (que finamente no salió), luego que ella misma en su entonces aspiración al Congreso de la República, había iniciado su carrera contra las mal llamadas «universidades de garaje» con acusaciones temerarias contra algunas IES (vea Temerarias acusaciones de candidatas de la Alianza Verde sobre IES que «son un estafadero» -enero 2014-).
Respecto a la Superintendencia, llama la atención que en la propuesta de la Coalición Colombia, de Sergio Fajardo y Claudia López, no se menciona la creación de dicha Superintendencia (vea Análisis técnico de la propuesta de la «Coalición Colombia» sobre educación superior).
Al tiempo Claudia López propone subir la tasa de cobertura del 51% al 65%, Robledo dice que pasará a 60 billones el presupuesto para la educación superior y Clara López pide mejro articulación entre la educación técnica y profesional.