En Argentina, 23 países de la región actualizaron el Convenio para el Reconocimiento de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior en América Latina y el Caribe, de 1974.
El texto final aún no ha sido divulgado.
Durante tres días representantes gubernamentales de 23 países de América Latina y el Caribe se reunieron en la Conferencia Internacional de Estados, para la revisión final del texto propuesto del nuevo Convenio para el Reconocimiento de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior en América Latina y el Caribe, convocado por el Ministerio de Educación de ese país y el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, IESALC.
Hasta ahora, la Convención Regional sobre el reconocimiento de estudios, diplomas y títulos en educación superior en América Latina y el Caribe, suscrita en México en 1974, en la práctica ha sido un saludo a la bandera, pues no se ha traducido en un ejercicio real de movilidad y reconocimiento regional.
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El encuentro de México estuvo presidido, en 1970, por uno realizado en Bogotá, que fue el pionero del tema. |
En el evento de Buenos Aires participó, en representación del Ministerio de Educación de Colombia, el viceministro Luis Fernando Pérez.
La presidencia de la Conferencia, que inició el día 11 de julio de 2019 en el Palacio San Martín de Buenos Aires, Argentina, estuvo a cargo del gobierno de Argentina, mientras que la vicepresidencia recayó en Jamaica y El Salvador. Luego de revisadas las partes componentes del nuevo Convenio (preámbulo, definiciones, objetivos, obligaciones, aplicación y cláusulas finales) los Estados Partes presentes lo adoptaron por unanimidad, sin que esta suscripción surta efectos jurídicos hasta tanto tenga lugar la ratificación del instrumento por el órgano legislador de los Estados-Partes signatarios.
“Después de 45 años, América Latina y el Caribe cuentan con una nueva herramienta para la integración de sus sistemas de educación superior, en base a la cooperación que habilita el reconocimiento de estudios y titulaciones de graduados, académicos y profesionales”, señaló Paulo Falcón, director nacional de Gestión Universitaria del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación y presidente de la Conferencia.
El documento adoptado este mediodía actualiza el Convenio Regional de 1974, con especial foco en la Agenda de Desarrollo Sostenible y el fortalecimiento de los sistemas educativos regionales, a fin de garantizar una educación inclusiva y de calidad a lo largo de toda la vida. Este nuevo instrumento permitirá que los graduados accedan de modo más sencillo y ágil al reconocimiento de su título de nivel superior, fomentando la movilidad académica y profesional en la región e impactando positivamente en el crecimiento de los países que la integran.
El evento contó con 23 representantes gubernamentales de Argentina, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Saint Kitts & Nevis, Uruguay y Venezuela. Hicieron parte del cuadro de representantes gubernamentales asistente los ministros de Argentina, Aruba y Curazao, así como también los ministros de Bolivia, Colombia, República Dominicana y Venezuela.
El nuevo Convenio fue adoptado por unanimidad y fue rubricado por aquellos representantes que actuaron en esta reunión como mandatarios en representación con plenos poderes, a saber: Argentina, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Granada, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Perú, Santa Sede y Venezuela.
Este instrumento compromete a los Estados Partes signatarios a adoptar todas las medidas necesarias para reconocer los estudios, títulos y diplomas de los países de la América Latina y el Caribe según los términos recogidos en el nuevo Convenio, y en virtud de la normativa específica que rija en cada uno de ellos.
Con este compromiso político se favorecerá la movilidad académica de la región, con sus impactos positivos tanto en la cooperación intrarregional como en la tan ansiada integración regional. Su implementación, una vez adoptado y ratificado por los Estados Partes, contribuirá significativamente al resguardo del derecho a la educación, a la inclusión y a la prosecución de la agenda del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y su propósito de “no dejar a nadie atrás”.
Fuente: Observatorio de la Universidad Colombiana.