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Un senador del Polo Democrático aspira a que Colombia reconozca el ejercicio profesional de compatriotas formados en Venezuela porque, según él, aquí no pudieron estudiar medicina.

La calidad de la formación profesional de los médicos en Venezuela ha sido fuertemente cuestionada y se considera que no hay forma técnica ni académica para permitirles ejercer la medicina en Colombia.

Se trata del senador Robert Daza Guevara, autodenominado como el “Senador campesino” (Técnico en Agroecología, ingeniería agrónoma en la Universidad de Nariño y Licenciatura en Educación Ambiental y Desarrollo Comunitario en la Universidad Santo Tomás), quien está promoviendo desde el Congreso de la República mesas técnicas entre los ministerios de Educación, de Salud, la Embajada de Venezuela y universidades venezolanas, para ver la forma de convalidarles sus títulos y que puedan ejercer la medicina en Colombia.

“En este momento donde el país se debe pensar para las comunidades, la experiencia de estos médicos es indispensable”, dice Daza.

El punto es que dichos egresados corresponden a los llamados Médicos Integrales Comunitarios (MIC), formados en la República Bolivariana de Venezuela, en un programa que resultad muy polémico, incluso en la misma Venezuela donde han sido cuestionados por su calidad e idoneidad.

Estos MIC fueron el producto de un programa de gobierno del entonces presidente Hugo Chávez como una forma de dar conocimientos médicos básicos, en promoción de salud y prevención, a fin de atender en los barrios de Venezuela, pero que formalmente no se consideran médicos.

La oposición venezolana ha cuestionado la formación de estos médicos, educados bajo el fomento de una Misión Médica Cubana, el Ministerio de Educación Universitaria y el Ministerio de Salud de Venezuela. Su plan de estudio es de 4 años de duración, versus los seis de los médicos formados en las universidades públicas venezolanas que deben estudiar 6 años, más una posterior especialización.

La posibilidad de que sus títulos sean convalidados ha alertado al Colegio Médico Colombiano y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), quienes han cuestionado el hecho.

Según el Colegio Médico “la formación académica —teórica, práctica y técnica— de los Médicos Integrales Comunitarios es muy deficiente y precaria, dado que sus currículos, lamentablemente, no se compadecen de las altas exigencias formativas y profesionales que requiere un profesional de la medicina, a fin de adquirir el aprendizaje correcto de los apropiados e innumerables actos médicos, que garantice la excelencia de la calidad del cuidado de la salud de una nación, como ha sido la permanente costumbre y preocupación de nuestras Instituciones Educativas en Salud”.

Ascofame, por su parte, ha dicho que “ha manifestado su total desacuerdo con la posibilidad de convalidar los mencionados títulos, sustentando tanto en las diferencias significativas de los programas curriculares, su duración, integralidad y enfoque profesional, como en la incertidumbre que se genera frente a la calidad y pertinencia de un perfil, que no corresponde a los estándares reconocidos por las organizaciones médicas y de educación”.

Hasta el 2018, el Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria (PNF-MIC) había titulado a 24.819 profesionales de la salud, de los cuales 1.336 eran extranjeros, incluyendo colombianos, según reportes del Estado.

Esos podrían ser los más de mil colombianos que busca apoyar el senador Daza (recuadro en la foto).

Fuente: Observatorio de la Universidad Colombiana.