
Aunque Mineducación no ha querido mostrar la versión final del decreto que reemplazará el frustrado 1280, lo que se anuncia que traerá responde importantes y necesarios temas para el sector.
Se informa que el texto se encuentra ya para firma en Presidencia de la República, pues deberá entrar en funcionamiento a partir del 1 de agosto próximo.
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Ojalá que, en general, el nuevo texto responda a las expectativas y principales preguntas del sistema, relacionadas con la desarticulación de los organismos que regulan la calidad (Ministerio, Conaces, CNA e IES), entre otros aspectos, y la posible unificación y diseño de procesos más ágiles en cuanto a registro calificado y acreditación.
Esta semana el ministerio reunión más de 100 rectores de todo el país para presentarles, en cabeza de la ministra María Victoria Angulo, el viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, y la asesora responsable de orientar los talleres de recolección de aportes llamados “Calidad ES de todos” y dirigir conceptualmente el documento, Claudia Velandia, y contarles grosso modo lo que se vendrá (foto).
Como toda norma, esta afectará en alguna medida ciertos intereses y seguramente tendrá también críticas, y ojalá que el misterio que le han puesto al texto final no dé motivo para alguna demanda o que el decreto pueda llegar a caerse por algún aspecto de forma o porque traiga algún artículo disimulado, que cause efectos contrarios y muy incómodos, especialmente porque existe la sospecha de que la norma ha sido diseñada bajo la sombra de los intereses de las universidades mal llamadas grandes y acreditadas, que a todas luces serán las principales beneficiadas de lo que se legisle, pues podrán seguir extendiéndose en cobertura.
Vale recordar que el Ministerio puso en conocimiento de la opinión pública, en abril pasado, la propuesta de nuevo Decreto, para observaciones ciudadanas, que llegaron más de 300 aportes, y que de ahí en adelante las IES no conocen en qué va a parar la norma formalmente.
La demora de este Ministerio en aceptar las críticas del sector y convencerse de la inconveniencia del Decreto 1280 (firmado por Yaneth Giha, dos semanas antes de terminar su rol de ministra, con el aval de la entonces entrante ministra María Victoria Angulo), le ha costado al sector más de un año de debates y expectativas.
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Es importante tener en cuenta que la nueva norma no solamente cambiará las reglas de juego en estos procesos, sino que también tendrá un importante impacto en los tiempos, costos y agilidad en la obtención de registros y acreditaciones.
Los cambios esperados
El proyecto de los cambios para el nuevo decreto ha sido liderado desde la Dirección de Calidad (Elcy Peñalosa), con Claudia Velandia, y contó con delegados del CNA (Guillermo Murillo, Helmuth Trefftz Gómez y Fernando Cantor), de Conaces (Pedro Rojas y Carlos Herman González), y del CESU (Maritza Rondón -rector de la U. Cooperativa), Hernán Mauricio Chaves -presidente de ACIET y rector de la CTB-, Ivaldo Torres Chavéz -rector de la U. de Pamplona-, y Oscar García – académico de la U. del Magdalena).
En desorden, y recolectados entre rectores y asistentes al evento, algunas de las novedades que traerá la norma son:
- Cambio en el concepto de calidad, que en consecuncia podrá impactar el diseño de modelos de autoevaluación. El nuevo concepto dirá que Calidad “es el conjunto de atributos articulados, interdependientes, dinámicos, construidos por la comunidad académica como referentes y que
responden a las demandas sociales, culturales y ambientales. Dichos referentes permiten hacer valoraciones internas y externas a las instituciones, con el fin de promover su transformación y el desarrollo permanente de sus funciones sustantivas docencia, investigación y extensión”. - Se creará el Registro Calificado Unico, o la opción para que las IES puedan ofertar el mismo programa y con el mismo registro en diversas modalidades. Dice el Ministerio en su propuesta que “el registro calificado único podrá ser solicitado por las instituciones, cuando frente a un programa pretendan implementar diversas
modalidades y /o ofrecerlo en diferentes municipios. Las instituciones que deseen ofrecer un programa académico con contenido curricular armonizado mediante distintas modalidades (presencial, a distancia, virtual, dual u otros desarrollos que combinen e integren las anteriores modalidades), Cumplan condiciones de calidad”. - Se crea un modelo de condiciones institucionales, constituido en base para todos los procesos de registro y acreditación, y que espera agilizar los trámites de calidad de cada programa.
- Las IES acreditadas podrán ofrecer programas acreditados en cualquier lugar del territorio, y podrán ofrecer sus programas no acreditados en el lugar que tenga oferta o establezca convenios con IES acreditadas o con condiciones institucionales.
- Se busca solucionar la descoordinación de tiempos y procesos que existen hoy en cuanto al registro calificado que deben tener los programas acreditados.
Reacciones preliminares
Por ahora sólo se pueden registrar cuatro pronunciamientos en torno del Decretro, muy probablemente tardías teniendo en cuenta que, como se dice, el mismo ya está en Presidencia para firma. Ojalá que esta situación no genere nuevas confrontaciones o dilaciones, pues hasta ahora esa seería la únca política formal de calidad de la actual administración, que tampoco responde estructuralmente al anhelo de proyecto de país y de articulación esperada en el sector.
La primera alerta ha sido generada por ACESAD al cuestionar la forma indebida como el SAC evalúa los programas a distancia y virtuales con pares académicos y paradigmas de la presencialidad, y cómo existe un tratamiento indebido a la hora de exigir condiciones para que IES colombianas oferten programas virtuales con respecto a la libre oferta, sin exigencia alguna de parte del MEN, para las extranjeras.
La segunda reacción ha sido de la Red TTU, que el dos de julio, un día antes del llamado Foro Nacional de Rectores en el que el Ministerio presentó los lineamientos generales, hizo más planteamientos de forma que de fondo (ver documento).
La tercera es, hasta ahora, la primera reacción pública de un rector que respalda abiertamente la norma, y es la de Alejandro Cheyne, de la Universidad del Rosario, quien resalta, a su juio, en la Revista Semana cómo el decreto reconoce la diversidad institucional, contribuye a la cobertura y acelera el proceso de aprobación de programas.
Vale recordar que, el año pasado, cuando salió el decreto 1280, Víctor Malagón (colegial de El Rosario y responsable de Colombia Científica, en el anterior gobierno) y Moisés Wasserman (defensor de la gestión de la entonces viceministra de Educación Superior de Natalia Ruiz) públicamente criticaron las reacciones de quienes estaban en contra de la norma, y que fueron los mismos que, en volumen, lograron que el 1280 hoy sea historia.
Finalmente, ACIET tiene convocada una reunión, la semana que inicia, para analizar el tema. ¿Muy tarde?. Es posible que sí.
El Ministerio terminará sacando adelante su decreto y con el desgaste de un año de debate, las críticas se centrarán en la forma misma del Decreto y en detalles, más que en el análisis de contexto sobre su pertinencia y articulación con el sistema.
Por ahora y por el bien del mismo sistema, y como para con toda norma, queda esperar que en lo esencial sea positivo, y que los efectos adversos sean minúsculos, a ver si el sector destraba estos desgastantes debates y se concentra en otros temas urgentes en su agenda pública.
Fuente: Observatorio de la Universidad Colombiana.